El elefante y el mar
“Las patas de un elefante”
Se trata de un elefante que asiste a clases, y es juzgado por sus compañeros, el gorila y demás animales, por sus grandes patas, pues todos se burlaban y decían que cómo podría escribir con tremendas patas, pero él elefante usa su trompa para escribir y con mucha facilidad lo hace. Ganandole a todos en el dictado y recibiendo felicitaciones del profesor por ser el mejor de la clase, mientras los demás compañeros tardaron en escribir, el elefante con mucha facilidad lo hace.
Su moraleja es "dime de lo que presumes y te diré de qué careces".
Los vocablos que aportan son:
Irrupción: nombre femenino
Aparición violenta y repentina de algo.
Link de consulta:
“el elefante y el mar"
La Diosa Dumetal tenía que reclutar una docena de elefantes de la tierra para llevarlos al mar, así que debía salir a la tierra para hacer esta elección, los animales marinos ya se habían enterado de tal situación, y estaban todos anciosos por ver el entrenamiento por el que tenían que pasar los elefantes seleccionados, los tiburones murmuraban entre ellos, "no pudieron elegir peor animal de la tierra, torpes, gordos y lentos elefantes", risas y burlas todo el día criticando la apariencia de los elefantes.
Mientras en la tierra la Diosa recorría padreras y bosques en busca de doce de estas criaturas.
Llegó a un bosque de Tailandia donde había una familia, la mamá Elefante, protegía a sus hijos cuándo vio llegar a Dumetal.
Dumetal estaba interesada por un pequeño elefante en el que vio que era diferente a los demás, estaba aislado del resto, sus orejas eran más grandes que las del resto, su trompa monumental y era más inquieto que el resto - Decido llevarme al reino marino a ése, la mamá alegrada porque había elegido a él, pues era el con el que más batallaba por ser tan juguetón y creativo, Dumbo lloró no quería alejarse de su familia, triste y desbastado se despidió de cada uno. Pronto volveré madre, te amo, su madre feliz de su partida, ni los buenos deseos le dio.
-Vamos Dumbi otra familia te espera.
Durante el camino, ya recolectado la docena de elefantes, nadie hablaba, a excepción de Dumbi, que iba haciendo siento de preguntas a la Diosa Dumetal - ¿cómo aprenderé a nadar? ¿Qué comeré en el mar? ¿Cuándo volveré a la tierra? ¿Tienes mamá? Dumetal contestaba todas sus dudas, pero al ser estas resueltas le surgían otras tantas. Y crecía más su desesperación por querer llegar y conocer su nuevo hábitat bajo el mar.
Al llegar todos los animales marinos recibieron con amabilidad a los doce elefantes, excepto a Dumbi, comenzaron las burlas por tener este sus orejas más grandes que el resto. Dumbi estaba desmotivado, tenía tantas ganas de ya conocer a sus nuevos amigos, y su recibimiento le hizo quedar decepcionado.
Durante la prueba por velocidad se enfrentaron los doce elefantes, todos habían apostado toneladas de metal a que perderia Dumbi, excepto Dumetal, ella veía algo en el que hacía que este fuera su elemento preferido.
Con sus grandes orejas Dumbi, sacó una ventaja muy notoria entre sus demás competidores, era veloz al nadar y ganó mucho metal por esa competencia, Dumetal no se había equivocado y elegio a él para ser su acompañante, decidió ponerle herradura de metal y darle el mejor castilla de metal a Dumbi. Los demás asombrados fueron a cuestionarlo, sobre cómo hacía para nadar con tan veloz precisión, Dumbi se convirtió en su entrenador de los animales marinos para que nadaran más rápido.
Moraleja: no debemos de juzgar por el físico, no todo se mide en eso.
¡Hola Berenice Mi comentario: Bien recreada la fábula y escrita con buena redacción y ortografía. No olvides los pies informativos de las imágenes. La próxima vez utiliza una letra más grande. Sé un poco más precisa con el final de la moraleja o suprime la segunda parte de la frase para darle más contundencia. Gracias por compartir tu bestia; un acierto que interactúe con otros personajes y haya diálogos. Saludos cordiales.
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