EL SEÑOR, EL NIÑO Y EL BURRO 

Esta fabula trata de un papá y un niño que hacen un recorrido con un burro, ellos se iban turnando, un rato iba el señor montado, y unas gentes que iban pasando criticaron al señor por ir montado en lugar que dejara subir al niño, cunado fue el turno del niño, se encontraron a otras personas y comentaron que el niño era malcriado al ir el arriba del burro y dejar al señor caminando, un rato los dos iban un poco atrás del burro y se cruzaron de nuevo con otras personas, los criticaron porque decían que eran tontos por ir a pie y el burro sin carga,  un tiempo se subieron los dos al burro pasaron nuevas gentes y escucharon que decían que eran unos bárbaros por ir los dos arriba del pobre burro.

la moraleja es : NO HAY QUE HACER MUCHO CASO DE LO QUE LA GENTE DIGA.

Vocablos: a pie , muchacho, malcriado, bárbaros. 

Link de consulta: https://youtu.be/sBUFlvYWLD0

EOLO Y LAS SIRENAS 

En su recorrido por el mundo Eolo se encontraba en el famoso golfo  de México, en este lugar existían

unas sirenas maravillosas, bonitas, su cabello era dorado parecía que el sol estaba dentro del mar por lo brillante que era, su cola era tornasol parecía morada, azul , verde, estas sirenas eran unos seres mágicos igual que Eolo,  la gran diferencia era lo que tenían en el interior. 

 Cuando llego Eolo a este lugar era sorprendido pues en sus tantos recorridos por el mar  nunca había visto algo igual, su habitad esta muy cuidado, todo era perfecto al igual que las sirenas.

había una sirena que se llamaba serena, ella era la encarda de dar ordenes en este lugar del mar, Eolo notaba que esta sirena controlaba a las demás, le parecía una persona fría, calculadora y muy engreída.

aunque no cruzaban muchas palabras su sola presencia le hacía sentir esto, las sirenas era muy serias no les gustaba platicar mucho  

cuando paseaba por la tierra se encontró a un viejo amigo que al igual que el estaba de paso por México.

-¿Cómo ha sido tu estancia en México Eolo? los de aquí son buena onda, son divertidos y muy vaciladores. 

-Pues a mi no parece eso, encontré a unas sirenas, una en particular que es una maldita gobernadora. 

-Tal vez es tu imaginación Eolo, deberías tratarla más antes de juzgarla. 

- No creo que tenga algo de bueno tratar a ese ser tan arrogante. 

Eolo volvió a las profundidades del golfo de México, pues debía llevarles a las sirenas unos frutos de la tierra que necesitaban, ya que ellas no podían salir a la superficie terrestre , Eolo decidió platicar con el acompañante se serena que era un caballito de mar, demasiado tierno y a su parecer simpático.

- ¿Cómo es que soportas vivir aquí con estas criaturas que con trabajo dicen una palabra?

-En el fondo ellas son buenas, pero no sabes lo que pasaron para estar aquí. 

-¿ Qué hicieron para ser así de frías?

-Tengo prohibido decir esto, pero me parece que tu eres una persona de confiar, ellas vienen de la Atlántida, pero al parecer su Dios no fue bueno con ellas, pues las condiciono a no usar sus piernas y a usar su voz solo para lo más indispensable, de lo contrario ellas iban a desaparecer por siempre, es por esto que son como son . 

Eolo se quedo sin palabras,  se dio cuenta de que sus historias eran similares, comprendió lo que sucedía, y decidió nunca más volver a pensar mal de las criaturas que conociera, se juro visitarlas cada año, para ayudarlas a conseguir lo que necesitaran de la superficie terrestre. 

Moraleja: NUNCA JUZGAR A LAS PERSONAS, SIN CONOCER LA HISTORIA QUE LLEVAN DETRAS. 

 AUTORA: EMILY ILEANA SÁNCHEZ PEÑA